David Graux nació en Besançon en 1970, donde vive y trabaja. Su mente muy inquisitiva intentó todos los medios artísticos de expresión, así como la tecnología, con el objetivo de con seguir un estilo muy personal. Su tema favorito es la mujer desnuda en todo su explendor, ricamente trabajadas y con el fondo abstracto.
Los cuadros abstractos figurativos de artista francés David Graux combinan la belleza y el misterio de la forma femenina con ricos y misteriosos orígenes. Dentro de cada imagen, Graux busca captar una representación más personal y original de la mujer eterna en su belleza más pura. Cada figura delicada y emotiva se coloca contra un telón de fondo explosivo de color y textura, fondos que recuerdan a mundos olvidados, en los arroyos idílicos, rocas y montañas emergen de planos abstractos. Curiosamente, las obras de Graux se llevan a cabo en óleo sobre fondo acrílico, que se añade a la dualidad inherente creada por el contraste entre los estilos figurativos y abstractos que uno encuentra en cada pieza.
Inspirado por Salvador Dalí, Gustav, Klimt y Egon Schiele, Graux concibe su arte como una especie de poesía simbolista que combina el acceso a la ininteligible. Graux explica la filosofía inherente a su trabajo como tal: "puedo capturar la esencia de un aspecto significativo de la existencia humana. La manera en que lo que parece más transparente, accesible, real y temporal, es a la vez ilegibles, distantes e inalcanzables".
Tamara Tamaral
6-02-2019
Fuente : Por amor al arte
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