Luis Marius Amorim Ferreira
LUIS MARIUS AMORIM FERREIRA
A pesar de que no le gustan las etiquetas, el artista explica que es un paisajista. Coloca en las pantallas su vivencia, una interpretación poética, personal, con colores y formas, expresando su sentimiento en relación a lo que vivió. "Para mí, la pintura no es sólo una cuestión estética, de belleza, es una vivencia", completa.
Para la marchand Munira Calluf, propietaria de la Galería de Arte Un Lugar al Sol, Ferreira tal vez sea hoy el nombre de mayor destaque en Brasil. "La historia de Ferreira se inició en la década de 1970 cuando era pescador en la costa de São Paulo y, durante un período impropio para la pesca, comenzó a pintar. "Pronto de inmediato, hizo mucho éxito, principalmente con capitanes de buques extranjeros que atracaban en el puerto, y hoy es uno de los grandes destaques mundiales del arte naif", destaca.
Ferreira cuenta que el gusto por el arte viene de su infancia. "La pintura siempre ha sido una pasión muy grande. "Ya me lamía algunas pantallas desde pequeño". Al principio, pintaba sin la preocupación de encajar en algún estilo. "Después de que fui a saber que lo que hacía era arte naif".
A pesar del gran talento, Ferreira no imaginaba que realmente podría soltar la pesca y vivir del arte. Fue sólo en 1991 que, después de exponer durante dos años en la Plaza República, en São Paulo, decidió entrar en contacto con galerías especializadas en arte naif. Entonces no paró más, era una exposición después de la otra. El reconocimiento fue inmediato. Vendió todos los cuadros en su primera exposición individual y pasó a exportar a Francia y Estados Unidos. "Estados Unidos está descubriendo el arte brasileño. Para tener una idea, en apenas dos meses, vendí mi producción entera a un marchand norteamericano ", revela el artista.
Tamara Tamaral
20-01-2018
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