La antología ilustrada de Antonietta Varallo es en esencia y en su mayoría determinada por la naturaleza: sus jardines llenos de flores y el paisaje encantado de la Toscana, la moltitude triunfal de colores es la prueba de "cómo" este artista (imaginativo y de gran talento) es capaz de sorprender Y evocan algunos sentimientos únicos y olvidados.
En sus pinturas el tiempo no es todavía, sino que está suspendido en un ambiente surrealista que Nos traen a concurso escénico en tonos pastel y lugares románticos que son muy apreciados y amados en la Toscana.
Aunque su estilo es extremadamente ingenuo, elabora la realidad alejándose de la mera descripción: re-inventa imágenes, muestra visiones sugestivas y encantos cromáticos donde el silencio es a menudo el personaje principal.
Esta calma invadida por gaviotas, puertas cerradas, viejos sabios, troncos cortados en la orilla del mar y ramas empapadas de niebla; el "escenario" se envuelve en tonos descoloridos, con algunos tonos de color rosa nacarado-gris, azul y desenfocada, que infunde en el observador una especie de atracción, una especie de relación familiar determinado por las características de tiempo inmutables. Eso es lo que la mente del autor expresa en su lienzo.
Antonietta vive y trabaja en Livorno, donde es un conocido miembro de la comunidad artística, pero prefiere quedarse en un lugar separado y solitario.
De todos modos, esta intimidad está lejos de ser meramente considerada un deseo de aislamiento, pero, por el contrario, sus personajes representados son los vehículos más preciosos para sus sentimientos.
Tamara Tamaral
17-11-2016
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